Es normal que el niño empiece en el deporte influenciado por los amigos,
por los medios de comunicación, por sus padres, etc. Pero hemos de tener
en cuenta que el niño, ante todo, se divierta. Debe ser introducido a
la vida del niño de una forma muy gradual para que no se dé por
satisfechas sus necesidades lúdicas.
Los beneficios para un niño que practique un deporte son muchos y las
listamos a seguir:
1- Ingresa el niño en la sociedad
2- Le enseña a seguir reglas
3- Le ayuda a superar la timidez
4- Frena sus impulsos excesivos
5- Le hará más colaborador y menos individual
6- Le hará reconocer y respetar que existe alguien que sabe más
que él.
7- Produce un aumento generalizado del movimiento coordinado
8- Expansiona sus posibilidades motoras
9- Aumenta su crecimiento
10- Puede corregir posibles defectos físicos
11- Potencia la creación y regularización de hábitos
12- Desarrolla su placer por el movimiento
13- Estimula la higiene y la salud
14- Le enseña a tener responsabilidades.
Es más: si creas el hábito en tu hijo de hacerlo desde la primera
infancia, puede que ahorres problemas cuando el niño ingrese en la etapa
de la adolescencia.
El deporte ayuda a los niños a desarrollarse física y mentalmente,
a estar sanos, y a relacionarse de una forma saludable con otros niños.
Estar en forma es estar sanos. Y esta es una regla general.
Del mismo modo que los adultos, los niños deben encontrar y practicar
un deporte que les guste. Al principio puede costarle iniciar y seguir el ritmo,
pero si el niño cuenta con el apoyo, la determinación y la seguridad
de los padres, todo caminará.
No se puede olvidar de que los más pequeños deben hacer ejercicio
que les diviertan a la vez. De esta forma, se notará un aumento en su
autoestima y la pérdida de algún miedo que pueda existir. El
deporte no solo es bueno para la salud física del niño como también
para su salud mental. Le ayudará a tener más confianza en sí mismo,
a relacionarse mejor con los demás, e incluso a superar alguna enfermedad
como el asma.
Según Oscar Crespo, licenciado en INEF y director del polideportivo
de Alpedrete (Madrid), "una actividad física adaptada puede ayudar a
un niño con problemas a relacionarse mejor con su entorno y a disfrutar
de su cuerpo".
Se debe hacer a medias entre el niño y sus padres. Según óscar
Crespo, de saludmania.com, un niño tímido le vendrá bien
un deporte de equipo, a uno perezoso, un deporte individual que le obligue
a esforzarse.
Cada vez se escogen menos los deportes por sexos, aunque la mayoría
de las niñas se decantan por la gimnasia rítmica y los niños
por el fútbol".
Lo más importante es que el niño cuente con la comprensión
de los padres a la hora de escoger el deporte. Es necesario respetar su gusto
y también su momento y el tiempo.
Los más pequeños no deben hacer más de tres o cuatro horas
de ejercicio a la semana. Además de eso, no se puede obligarle ni castigarle
por si algo va mal. Y de ninguna forma forzar a tu hijo a que practique un
deporte que él lo rechace.
Es también importante, antes de elegir un deporte, que consulte al pediatra
sobre qué deporte mejor convendría a las características
físicas y psicológicas del niño. Eso es conveniente hacerlo
también si el niño sufre alguna dolencia respiratoria u otra.
Puedes consultar también al monitor del deporte que habéis elegido.
Es evidente que hoy por hoy para conseguir cambios conductuales en los niños
se debe lograr que los padres estén convencidos de los beneficios de
la práctica deportiva y el impacto que tendrá en la salud de
sus hijos. No se puede precisar el momento adecuado para empezar con el deporte.
Todo dependerá de la capacidad motriz y de coordinación que tenga
el niño. Es aconsejable, en el caso de niños muy pequeños,
que hagan primero clases de psicomotricidad para que vayan desarrollando esas
capacidades. Son recomendables a partir de los 2 años de edad.
Ya a partir de los 6 ó 7 años, el niño está preparado
físicamente para hacer deporte. Lo ideal es que practiquen deporte en
el colegio, en algún gimnasio o con sus padres, en el campo o en los
parques. Cuando lleguen a los 7 y a los 13 años su capacidad de aprendizaje
y entrenamiento es increíble y progresan a pasos de gigantes. En esta
etapa se sentirán más fuertes, mas valorizados frente a los demás,
y controlarán más sus emociones.
Es muy importante que los padres, si posible, también realicen algún
deporte. Eso servirá de ejemplo a los niños. Hijos de padres
sedentarios, sedentarios son. El hábito deportivo se debe ir construyendo
día a día y con la participación de toda la familia.
Existen dos pasos importantes antes de realizarse un deporte. Comprobar si
el niño está correctamente vacunado (para evitar el contagio
de ciertas enfermedades), y obtener un certificado médico de aptitud
para realizar el deporte.
(Fuente consultada: Los Polifuncionales Online. Diario deportivo online)
Del mismo modo que los adultos, los niños deben practicar el deporte que les
guste. Así les será más fácil y más placentero hacerlo, y los resultados se
notarán.
Educacioninfantil.com preparó un listado de algunas modalidades deportivas
en las que no solo los niños pueden apuntarse como también los adultos.¡ Allá vamos!
Natación
Dicen que es el primer seguro de vida que puede obtener una persona. Y representa
mucho mas que saber flotar y desplazarse en el agua. La natación fomenta la independencia e incrementa la inteligencia de nuestros pequeños.
Judo
Es uno de los deportes que más puede contribuir en el proceso formativo del niño/a, pues desarrolla tanto su estado físico como emocional favoreciendo considerablemente su rendimiento escolar y su relación los demás.
Hidrogimnasia
Es muy recomendable durante el embarazo porque reduce el dolor lumbar, tranquiliza,
relaja y mantiene el cuerpo en forma. Ayuda a gastar calorías, a mejorar la circulación, y la mujer no siente tanto el peso de la barriga.
Masajes para el bebé
Le hará más tranquilo, le ayudará a conciliar el sueño y le hará crecer en
todos los aspectos.
WEB: www.educacioninfantil.com
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